En el segundo día del congreso asistimos a una conferencia apasionante de Sam George, Partner & Director de Microsoft Azure IoT. El auditorio estaba lleno y no es que no era para menos. Ante nosotros se encontraba una de las eminencias más grandes en el mundo de la tecnología, el Internet y las computadores. No es poco.
George ha dedicado su discurso de poco más de media hora a hablar sobre el proceso de maduración que ha ido adquiriendo el IoT a lo largo de estos pocos años. Ha hecho un análisis de cómo las compañías lo han ido adaptando y ha explicado cómo deben seguir haciéndolo en un futuro así como también cómo debemos hacerlo los usuarios en un ámbito personal e individual. Compartirlo todo o mejor dicho, compartir cuanta más información posible. Esta es, según George, la principal ventaja del Internet de las Cosas, y el estar conectado de una forma tan cognitiva.
Todo está cambiando gracias a estas soluciones: como los bienes se distribuyen, está cambiando, cambia también la forma como se producen los productos, como se transportan… y todo esto es gracias a la digitalización. El proceso más simple y primario de por ejemplo, sembrar una semilla, acabará siendo digitalizado también.
- Ética, para que todo salga bien
Por último, George ha querido hacer un apunte sobre el aspecto ético que deben tener estas tecnologías. Si bien es cierto que en próximas conferencias y discursos se hablará sobre la ética tecnológica el científico americano ha querido subrayar la importancia de crear con tecnología nuevos productos, servicios e iniciativas éticas. Esta tecnología requiera de cierta confianza por parta de empleados y consumidores y por ello se debe hacer un buen uso de ella. Tener una serie de reglas, normas y guías para el futuro digital puede ser, según George, una prevención a problemas que pueden desarrollarse a partir de un mal uso de las tecnologías.
