La tecnología afecta a todos los aspectos de nuestras vidas, desde la salud hasta el entretenimiento. Por ello, las empresas gestionan multitud de datos y documentos confidenciales que, una vez dejan de ser necesarios, deben destruirse para cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos. Debido a esta ley, cada vez hay más servicios que ofrecen la destrucción de documentos certificada y que utilizan distintos métodos de eliminación según el formato o dispositivo en el que se encuentren. A continuación te explicamos los métodos de destrucción de datos más frecuentes.
1. Trituradoras industriales
Son capaces de triturar documentos en papel, pero también de destruir discos duros, lápices de memoria y CD’s, entre otros. Estas máquinas las puedes conseguir contratando servicios especializados en la destrucción de documentos. Las empresas que se dedican a ello tienen la ventaja de que pueden entregarte un certificado conforme se han destruido los archivos, certificado que puedes entregar a las autoridades si fuese necesario y acreditar que gestionas correctamente la información sensible.
2. Desmagnetización
La desmagnetización consiste en frotar imanes muy potentes contra los platos de los discos duros o con dispositivos creados especialmente para borrarlos. Tanto los imanes como la maquinaria especializada hacen que se destruyan los bits y bytes almacenados, junto con los datos que permiten funcionar al disco. Aun así, es mejor la destrucción física del disco duro, tanto por trituradoras como con martillos o taladros, ya que la desmagnetización puede no ser lo suficientemente buena según el tipo de disco duro que se utilice.
3. Programas para borrar archivos
Si borras manualmente un archivo del ordenador, lo que ocurre es que le das permiso al disco para que pueda sobreescribirlo, pero hasta que no se sobreescribe, el archivo se puede recuperar. Incluso formateando el disco no se borran todos los datos. Por eso, hay programas informáticos que se han creado para sobreescribir varias veces sobre los archivos borrados y así quedar inaccesibles. Algunos de esos programas son Eraser o Darik’s Boot And Nuke. Uno de los problemas de usar este tipo de software es que no puedes obtener ningún certificado oficial que se pueda presentar en una auditoría.
4. Fundición del disco
Aunque el disco duro se destruya en mil pedazos y pierda el campo magnético, sigue en el mismo estado físico y, si se reconstruye concienzudamente, podría ser posible recuperar algunos datos. Para evitar esto, una solución extrema es fundir el disco. Llegando a cierta temperatura (temperatura de Curie), los metales del disco pierden los restos de magnetismo que puedan quedar y, además, al cambiar de sólido a líquido, el disco será prácticamente imposible de reconstruir.
Encripta los datos
Hasta que los datos se tengan que destruir, también deben mantenerse alejados de los mirones, una forma de conseguirlo es encriptándolos. Este proceso los transforma para que las personas sin código de desencriptación no puedan acceder a ellos correctamente. Además, para que alguien no autorizado pueda acceder a ellos, necesita acceso físico al sistema operativo del ordenador. Aun así, un experto podría llegar a acceder a los datos si se lo propone.
Te hemos contado los métodos más frecuentes de destrucción de datos, pero si tienes una empresa y debes destruir archivos de forma legal, cumpliendo con la Ley Orgánica de Privacidad de Datos (LOPD), lo mejor es que se utilice alguno de los dos primeros métodos. Esas dos técnicas las pueden realizar servicios especializados y te permiten obtener los certificados correspondientes. Los otros métodos pueden ser útiles para discos duros de ordenadores personales, ya que es más difícil que alguien te pida explicaciones si borras los datos. ¿Qué método utilizarías tú? ¿Conoces alguno más? Puedes escribirnos en los comentarios 😉