En los últimos años se ha popularizado mucho el término Internet of Things (IoT) o Internet de las Cosas y no es casualidad. La realidad es que los expertos ya organizan actos con el nombre de IoT para poder intercambiar conocimientos y conocer las novedades del sector, un ejemplo es el IoT World Congress que se celebra cada año en Barcelona.
Pero ¿Que es en realidad el IoT? Lo podríamos definir como:
La capacidad de cualquier tipo de producto de estar conectado con otros de su alrededor.
Estos productos no tienen porqué ser objetos electrónicos, también pueden ser objetos estáticos como un libro, pasando por electrodomésticos o smartphones. El objetivo principal es conseguir que todo tipo de objetos puedan comunicarse entre sí, sean más inteligentes y, también, independientes.
Actualmente se están desarrollando muchas tecnologías por parte de las principales compañías del sector, eso sí, es necesario que todas ellas utilicen el protocolo IPv6 para poder estar conectados.
La formación en IoT es la clave
Los profesionales que están dentro del mundo tecnológico están en formación constante. En el caso del Internet of Things hasta hace poco no había opciones de formación, pero como todo, la necesidad de reglar estos conocimientos han hecho que ahora haya formaciones específicas para los profesionales del sector o para aquellos que quieren conocer más e introducirse en este mundo.
Una opción puede ser el Master Internet of Things que imparte la Universidad de Alcalá. Su programa se centra en proporcionar las competencias para poder afrontar los retos que supone el IoT y que ha propiciado una nueva generación de usos y aplicaciones de dispositivos, ya sean móviles, portátiles o sensores y hardware específicos.
La automatización
Está claro que el Internet of Things ha llegado para quedarse en muchos ámbitos de nuestra vida. Uno de los más conocidos es la domótica, con la que se ha conseguido que los ordenadores automaticen ciertas actividades cotidianas del hogar con total independencia y así, liberar al ser humano de ciertas acciones para que sólo tengamos que preocuparnos de lo que realmente importa.
Con algunos sensores y procesadores, el sistema puede automatizar el control de la temperatura, las luces, las ventanas, entre otras. Incluso, podemos cambiar los parámetros de manera inalámbrica desde nuestro smartphone.
Otro ejemplo son los smartwatch, que como su nombre indica no son solo relojes, sino que son inteligentes. También se conectan a Internet, miden nuestra actividad con sus sensores y pueden hacernos la vida más fácil gracias a sus alertas y la posibilidad de resolver cualquier cosa mucho más rápidamente.
En las ciudades también se trabaja para aplicar el IoT y reducir los problemas ocasionados por el tráfico. Uno de los proyectos en que se está trabajando es la conexión entre coche y señales de tráfico, de esta manera si fuéramos a una velocidad más alta de la permitida, el coche reduciría la marcha de forma automática después de recibir la notificación de la señal.
Y tú, ¿Ya estas inmers@ en el IoT?
